“DISEÑO COLABORATIVO DE SERVICIOS PÚBLICOS”

 

PASO 1             PROYECTO CON NECESIDAD DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA

 

            El proceso se incardina en una actividad que siguiendo la normativa europea es necesario desarrollar en las ciudades de más de 50.000 habitantes. La ZONA DE BAJAS EMISIONES, dado que en la actualidad hay localidades que aún no han realizado la implantación de dicho espacio, sería necesario realizar una actuación que precisaría un fuerte componente de información pública para dar a conocer cuales son los objetivos de dicha implantación, ya que en muchas localidades lo único que se ha percibido es la realización de una actuación “obligada por la Unión Europea y con consecuencias negativas a los intereses económicos en caso de no realizarse”.

Es necesario que se comprenda de una forma clara y adaptada a todas las mentalidades cual es el objetivo perseguido por dicha iniciativa y los beneficios que se pretenden conseguir con su implantación, así como la importancia de que se vea como una actuación cooperativa para la consecución de un bien común y no de una imposición administrativa por motivos ajenos a la comunidad.

 

 

PASO 2            IDENTIFICACIÓN DE LOS ACTORES IMPLICADOS

 

            En este proyecto, pese a que los actores implicados serían por una parte y con una fuerte presencia, las personas, comercios de todo tipo, habitantes y usuarios habituales que radiquen en la zona donde se tenga previsto la instalación de la ZBE, un conocimiento por el resto de los ciudadanos como usuarios temporales de la misma así como de beneficiarios indirectos en los resultados que se consigan con su implantación, sería altamente interesante.

 

PASO 3            ESBOZO DE UN PLAN

 

            1º) El primer paso a realizar sería la comunicación al global de la población, tanto de la obligatoriedad de la instalación de la ZBE, de la oportunidad de su ubicación y de los objetivos que se pretenden conseguir con la misma todo en orden a conseguir una disminución de las emisiones contaminantes, una prevalencia en la utilización de los espacios por las personas y un cambio en la filosofía a imponerse en una parte de la ciudad donde la tranquilidad, la ausencia de factores estresantes y el favorecimiento de la convivencia y las relaciones humanas sustituyan espacio colapsados, contaminados, estresantes y enemigos de las relaciones humanas.

 

            2º) El lanzamiento de una colaboración inicial que manifieste si la zona prevista para su implantación se considera la más adecuada por parte de los sectores afectados y el planteamiento de zonas alternativas con indicación de las ventajas e inconvenientes que podría acarrear las mismas, así como medidas que se podrían ver adecuadas con la implantación de zonas de estas características.

 

            3º) Dado que habrá muchas personas que piensen que la implantación en su zona de residencia de la ZBE conlleva un perjuicio tanto económico como de comodidad o de disminución de calidad de vida, iniciar una reflexión sobre la posible ganancia en todos los aspectos de la vida y la economía frente a la percepción de los inconvenientes percibidos. Con valoración de las ventajas que pueden comportar una atmósfera más sana, una disminución del ruido y del estrés en orden a una posible disminución de las enfermedades que se puede conseguir, ya sea de tipo respiratorio, de salud mental, de tipo neurológico y de otro tipo; valorar si las mejoras a conseguir pueden contribuir a un aumento mayor de la calidad de vida en contraste con los inconvenientes previstos que en la mayoría de los casos serán únicamente valorados en términos de comodidad.

 

            4º) Para el resto de ciudadanos, puede ser un momento adecuado para que se planteen si una actuación en su entorno de características similares podrían valorarla de manera semejante a un proyecto de ese aumento de calidad de vida deseable por todas las personas.

 

            Es fundamental en este proceso que exista una retroalimentación lo más adecuada posible ya que hay que plantear alternativas que puedan facilitar las realidades que resulten de la implantación de la ZBE, la mejora de los transportes públicos en la zona, el establecimiento de aparcamientos disuasorios alternativos y el facilitamiento de medios de desplazamiento no contaminantes, etc.

 

            Indudablemente con todas las contribuciones recibidas, habrá que explicar cuales se adoptan y cuales no y explicar los motivos que impiden su ejecución tal y como se ha podido plantear por los ciudadanos.